El expresidente Donald Trump, republicano favorito a las elecciones presidenciales de noviembre, sigue sumando puntos en la carrera. Pese a la vasta ofensiva judicial que afronta -cuatro procesos penales por los que está acusado de 91 cargos en total-, Trump ha ganado este sábado los 39 delegados en juego en una convención republicana en Míchigan, un estado donde la formación se ha escindido en facciones rivales mientras el exmandatario se asegura el control de la formación. La victoria arrolladora de Trump parece silencia por tanto la batalla de liderazgo político en Míchigan, con disputas sobre dónde se celebraría la convención y quién estaría al cargo. Trump ya derrotó con holgura a Nikki Haley en las primarias republicanas de ese estado el pasado martes, asegurándose 12 de los 16 delegados en juego.
Míchigan es, además, un estado clave en el resultado final de noviembre, uno de los seis estados bisagra o basculantes -en todos ellos Trump saca ventaja a su rival demócrata, Joe Biden, según las últimas encuestas-, por lo que algunas facciones del partido temían que las disensiones internas perjudicaran su campaña y le restaran votos que en noviembre pueden ser cruciales. Además, según las proyecciones de la demoscópica Edison Research, el expresidente también ha ganado este sábado el caucus republicano de Misuri, por lo que continúa su paseo triunfal por las urnas cuando quedan ocho meses para las elecciones. Los republicanos celebran hoy también caucus en Idaho, una de las últimas contiendas en las que Haley podía alterar el curso de la carrera antes del Supermartes, el próximo 5 de marzo. Según las primeras proyecciones de voto, Haley tampoco ha podido imponerse a Trump en Idaho.
En Michigan, Trump venció a Haley en los 13 distritos que participaron en los caucus de nominación, según el Partido Republicano del estado. En total, Trump ganó con casi 1.575 votos frente a sólo 36 de Haley. Pete Hoekstra, presidente del Partido Republicano de Michigan, lo calificó de “victoria abrumadora y dominante”. Para este ciclo electoral, los republicanos de Míchigan idearon un sistema de nominación híbrido, dividido entre primarias y caucus, de ahí las dos jornadas de votación.
Con sus victorias en Iowa, New Hampshire, Nevada, las Islas Vírgenes, Carolina del Sur y ahora Míchigan y Missouri, Trump es de lejos el favorito en la carrera, y Haley aguanta gracias al apoyo de donantes deseosos de una alternativa al expresidente.
Su clara ventaja sobre Haley, la última aspirante republicana en liza en unas primarias que comenzaron muy concurridas, le acerca un paso más a la nominación de su partido a la Casa Blanca, que podría ser inminente, antes incluso de la teórica coronación en la convención nacional, que se celebrará en julio en Milwaukee. Una vez investido, ni siquiera los reveses judiciales que afronta -o incluso los procesos de inhabilitación instados por tres estados por su papel en el asalto al Capitolio, pendientes de resolución- podrían impedir que se presente a las elecciones en una reedición de su pugna de 2020 con Biden.
La formación de Trump disputará también las primarias presidenciales este domingo en Washington DC, mientras que el lunes será el turno de los caucus en Dakota del Norte. Los dos partidos en liza, el republicano y el demócrata, acuden a las urnas el martes en la jornada electoral por excelencia de la campaña, el llamado Supermartes, con votaciones de distinto tipo (primarias y caucus) en 15 estados y un territorio. Trump ha dedicado el sábado a diversos mítines en Carolina del Norte, donde también ha hecho campaña Haley, y Virginia.
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