Al contrario que cuando 15 jugadoras se significaron como no convocables en el pasado mes de septiembre porque consideraban que en la federación faltaba profesionalismo y entendían que el nivel del cuerpo técnico -sobre todo del exseleccionador Jorge Vilda- era bajo, argumentos que no desarrollaron públicamente, las futbolistas españolas hablaron claro este viernes sobre sus pretensiones con respecto a la RFEF y al área del fútbol femenino. Son cinco los puntos que quieren cambiar. Y en todos los casos existen unos porqués y un contexto que ayudan a entender sus demandas.
Reestructuración del organigrama del fútbol femenino
Aunque se ha despedido al seleccionador Jorge Vilda, las jugadoras quieren que se ponga a un nuevo director deportivo (porque Vilda doblaba sus funciones). Quieren que sea alguien de primer nivel, que conozca el fútbol femenino y que apueste por él. Del mismo modo, las hay que no están demasiado conformes con la designación de Montse Tomé para el banquillo, pues consideran que es una línea continuista con el pasado. Tomé era la mano derecha de Vilda y estuvo a su lado en las charlas y negociaciones con las 15. Además entienden las jugadoras que el staff técnico debería ser remodelado íntegramente.
Reestructuración del gabinete de la presidencia y de la Secretaría General
Las futbolistas no quieren saber nada más de Luis Rubiales ni de todos sus adláteres, del gabinete que siempre acompañaba y asesoraba al ya expresidente. Creen que es más de lo mismo y no quieren que se repitan errores del pasado. Del mismo modo, señalan al secretario Andreu Camps porque, cuentan, mostró muy malas maneras cuando las 15 jugadoras hablaban sobre regresar al equipo antes del Mundial que conquistaron. Esas personas más próximas al expresidente siguen en la federación y a ellas responsabilizan también por las coacciones y filtraciones.
Dimisión del presidente de la RFEF
Las futbolistas aclararon después del comunicado que se referían a Luis Rubiales, autor del beso no consentido sobre Jenni Hermoso, ya dimitido. Pero también las hay que tienen claro que Pedro Rocha, el presidente interino, ha sido escogido por Rubiales a dedo para asumir el cargo. Y no es de su agrado. Aunque en este caso la solución debe venir a medio plazo. Rocha ya ha anunciado que solicitará un adelanto electoral.
Reestructuración del área de comunicación y marketing
A las jugadoras no les gustó cómo gestionó el área de comunicación el asunto del beso a Jenni Hermoso, las presiones que se ejercieron sobre la jugadora para que emitiera un discurso conjunto con Rubiales y las sucesivas coacciones sobre ella y su familia. Señalan, sobre todo, al director de comunicación, Pablo García Cuervo. Y también al área de marketing, pues hubo quien presionó a las jugadoras para que rectificaran su discurso.
Reestructuración de la dirección de Integridad
Creen que se han marchado personas válidas y que los que se quedaron eran afines a Rubiales, del mismo modo que no entienden la gestión de Miguel García-Caba, cercano al expresidente, ni los informes de Integridad. Este departamento no sirvió para ayudar a Hermoso, lejos de defenderla permitieron que la víctima acabara señalada como responsable de los hecho. Cabe recordar que hace poco presentaron su dimisión en bloque Ana Muñoz, vicepresidenta de Integridad, José Luis Pérez Triviño y Araceli Martín Mangas, miembros del Comité de Ética. Razonaron que se habían dado cuenta de que no tenían ninguna capacidad de control sobre la federación. Rubiales, como respuesta, les despidió a pesar de su dimisión.
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