Neuralink, la startup de chips cerebrales fundada por Elon Musk, ha recibido la aprobación para iniciar su primer ensayo en humanos centrado en pacientes con parálisis causada por lesiones de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El ensayo estaba previsto inicialmente para 10 participantes, pero las negociaciones con la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) llevaron a reducir el número de participantes, aunque no se ha revelado la cifra exacta.
Este avance se produce después de que Neuralink obtuviera en mayo la aprobación para su primer ensayo clínico en humanos y se enfrentara al escrutinio por sus prácticas de experimentación con animales. Los expertos predicen que, aunque el implante de interfaz cerebro-ordenador (BCI) resulte seguro para los humanos, podría pasar una década o más antes de que se autorice su uso comercial.
La visión a largo plazo de Neuralink va más allá del tratamiento de la parálisis. Elon Musk prevé la rápida inserción quirúrgica de dispositivos con chip para tratar diversas afecciones, como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia.
El ensayo clínico implica un complejo proceso quirúrgico, en el que un robot coloca el implante BCI en una zona específica del cerebro responsable de la intención de moverse. El objetivo principal es que los participantes puedan controlar el teclado o el cursor de un ordenador a través de sus pensamientos.
Se espera que el ensayo dure unos seis años y permita conocer la seguridad y eficacia del implante. Aunque sigue habiendo cierto escepticismo, esta empresa contribuye al debate más amplio sobre cómo la tecnología puede abordar problemas de salud complejos.
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