

“Todos debemos tomar la educación como primogénita, como una necesidad de importancia en cualquier desarrollo social y económico”, agrega Andrade Reyes.
Manifestó que es necesario comprender que la educación no solo se limita a la transmisión de conocimientos académicos, sino que también cumple un papel fundamental en la formación de ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con su entorno. Por tanto, cualquier modificación en el sistema educativo debe considerar no solo aspectos curriculares, sino también pedagógicos, infraestructurales y de formación docente.
En este sentido, el Movimiento Magisterial en Venezuela ha sido un bastión de resistencia y propuesta frente a las adversidades que enfrenta el sistema educativo. Su labor va más allá de rechazar cambios impuestos desde arriba; buscan activamente participar en la construcción de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los venezolanos.
Así mismo, afirmó que la defensa de la educación no es un asunto exclusivo de los maestros, sino que involucra a toda la sociedad. Es responsabilidad de cada ciudadano velar por el derecho a una educación digna y que promueva valores de solidaridad, justicia y libertad.
Su postura firme ante modificaciones arbitrarias refleja el compromiso con una educación que sea motor de transformación y desarrollo en el país. La educación en Venezuela no es solo un derecho, sino una herramienta indispensable para construir un futuro próspero y sostenible.
Carla Martínez / Noticias Barquisimeto
Noticia Confirmada
0 comentarios