La familia Gessen comparte sus momentos de felicidad en un libro.
Maestría de la Felicidad es un libro de 576 página escrito por los Gessen: Son seis puntos de vista de tres generaciones para definir la felicidad, los cual «es una tarea compleja y esquiva».
Son varias aproximaciones que «no solo se basa en la comprensión teórica, sino también en herramientas prácticas para manejar y dirigir nuestra inteligencia emocional. Desde el amor hasta el miedo, pasando por la alegría y la ira, las emociones son el vehículo que nos lleva hacia la anhelada felicidad.»
Aparte de las definiciones hay abundantes citas bibliográficas que explican la función del cerebro y se refieren a las emociones que suelen impedir momentos de felicidad.
Hacen un recorrido por diferentes religiones y la definición que ella hacen de la felicidad. Exponen situaciones personales. Como alguien que se siente infeliz porque su pareja se fue. y le preguntan ¿Si esa persona hubiera muerto te sentirías igual?
La migración no podía faltar en estos momentos donde hay quienes huyen de guerras, de gobiernos dictatoriales o de situaciones económicas desesperantes. Todos buscan la felicidad. Algunos se van planificando detalles y calculando situaciones. Otros agarran un morral y a la buena de Dios. ¿Quién tiene más posibilidades de ser feliz?
«En una sociedad compleja y en constante cambio, saber elegir es esencial para nuestra felicidad. Decidir ya no es una opción, es una necesidad.» Y esa necesidad de decidir está presente en todo momento: a la hora de escoger pareja, profesión, número de hijos o en qué país vivir.
Cuando tuve el libro me pareció que eran muchas páginas para algo que muchos definen como «momentos». Mi percepción cambió cuando vi el contenido: 7 capítulos y un epílogo.
La experiencia de años de Vladimir y María Mercedes Gessen como sicólogos se ve reflejada en el libro. Foto: Cortesía
En esos capítulos vemos cómo el cuerpo humano produce su propia química que nos brinda momentos de felicidad. Y varias páginas sobre la sicología positiva. Es la parte de Vladimir y María Mercedes Gessen.
Marcus Gessen, el cibernético, hace un paralelismo entre el cerebro humano y el hardware de una computadora y afirma que «los hábitos pueden ser considerados como programas o software de comportamiento automático que se activan ante ciertos estímulos y se ejecutan sin necesidad de una atención consciente.»
En este capítulo presentan el ejemplo de un niño que en su entorno siempre escuchó que no era bueno para la matemática hasta que en bachillerato un profesor le cambió «el programa» y el muchacho se graduó de ingeniero: «…existe un sinnúmero de programas negativos en nuestro entorno que si entran en nuestra forma de ser y de vivir nos pueden inducir a que grabemos en nuestro comportamiento que ‘no somos buenos para ser felices’, o peor aún que existimos para ser infelices”.
Merlín Gessen, el chef de la familia, comparte su experiencia en la neurogastronomía. Después de leer este capítulo seremos más cuidadosos al servir la mesa, con el entorno que nos rodea y buscaremos que esos momentos sean instantes gratos de asociación de sabores y olores.
El último capítulo es una entrevista a Inteligencia Artificial, donde -entre otras preguntas- se le interroga sobre sus beneficios para la humanidad y los potenciales peligros, a lo que responde: «Existen peligros y preocupaciones legítimas sobre cómo la inteligencia artificial (IA) podría impactar negativamente en la felicidad y el bienestar general de la humanidad.»
Leer este libro es sacar una Maestría de la Felicidad.
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