Erlend Bore, un noruego de 51 años, se embarcó en una singular rutina de ejercicios que no sólo mejoró su salud física, sino que le llevó a un notable descubrimiento que ha captado la atención de toda su nación.
Siguiendo la recomendación de su médico de aumentar la actividad física, Bore empezó a pasear por las playas con un detector de metales. En agosto, mientras exploraba la isla noruega de Rennesoy, al norte de su casa en Sola, su detector de metales señaló un objeto en su camino. En un principio esperaba encontrar restos comunes, como monedas de chocolate o tesoros de piratas de juguete, pero Bore hizo un descubrimiento asombroso: joyas antiguas que databan de alrededor del año 500 d.C., de la época de la migración en Noruega. La colección incluía anillos de oro, colgantes ornamentados y abalorios.
Consciente de la importancia del hallazgo, Bore documentó y recogió los objetos, marcó el lugar e informó a las autoridades locales. El Museo de Arqueología de la Universidad de Stavanger publicó un vídeo en YouTube sobre el descubrimiento.
El director del museo, Ole Madsen, describió el hallazgo como “el descubrimiento del siglo en Noruega” y destacó la rareza de descubrir una cantidad tan importante de oro de una sola vez. Los objetos incluían colgantes en forma de moneda, llamados bracteates, con un diseño inusual que representaba un caballo herido sin la imagen del dios nórdico Odín rescatándolo, como se ve en objetos similares de la misma época. Los expertos creen que este periodo coincidió con una crisis marcada por las malas cosechas, el deterioro del clima y las plagas. Es probable que los artefactos descubiertos fueran objetos de valor ocultos u ofrendas a los dioses durante esta época tumultuosa.
El profesor asociado Håkon Reierson explicó que el caballo herido representaba la enfermedad y las penurias, pero también la esperanza de curación y renovación.
Según la ley noruega, los objetos antiguos pasan automáticamente a ser propiedad del gobierno, y Bore compartirá una comisión de búsqueda con el propietario privado una vez que se determine su recompensa. A pesar de lo extraordinario del hallazgo, Bore sigue utilizando su detector de metales, aunque después de este golpe de suerte sólo ha encontrado objetos más comunes, como una “marca de oreja de oveja y la tapa de una tetera”.
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