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El peor apagón eléctrico de la historia reciente de España ha desatado el caos este lunes. El fenómeno afecta, desde las 12 del mediodía, a millones de ciudadanos de España —salvo en las islas— y Portugal. Los cortes han paralizado el normal funcionamiento de infraestructuras, comunicaciones móviles, carreteras, estaciones de trenes, aeropuertos, comercios y edificios. Los hospitales no se han visto afectados gracias al uso de generadores. El Gobierno español y el portugués están investigando los cortes con distintos equipos técnicos, y todavía no hay una explicación oficial. Red Eléctrica, la empresa pública responsable de las conexiones, ha subrayado lo insólito del momento: “Nunca había ocurrido algo así, es un incidente absolutamente excepcional”.
Según el gestor de la red, a partir de las 13.00 horas se ha empezado a recuperar tensión por el norte y sur peninsular, un hecho “clave para atender progresivamente el suministro de electricidad”. Eduardo Prieto, director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica, ha asegurado que la recuperación total del servicio tardará entre 6 y 10 horas, lo que, de confirmarse, implicaría que la luz volvería en todo el país entre las nueve de la noche y la una de la madrugada. El servicio se va recuperando poco a poco en Euskadi, según el Gobierno vasco, así como en zonas de Galicia, Cataluña y Aragón.
El corte ha hecho retroceder a España al siglo XIX de golpe. Semáforos fuera de servicio, atascos, peatones deambulando ante la falta de transporte público, familiares desesperados por comunicarse entre sí, pasajeros sin tren ni vuelo, consultas médicas canceladas, rescates en metros y ascensores, neveras de restaurantes y hogares descongelándose, transistores para informarse ante la imposibilidad de usar datos para conectarse a internet y colas a las puertas de algunos pequeños comercios por el cierre de supermercados son parte del inesperado paisaje de este lunes.
Lo urgente del incidente, de impacto económico millonario, ha llevado a las autoridades a convertir la cuestión en el único tema de la agenda. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presidido una reunión en el Centro de Control de Red Eléctrica, donde también ha estado la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen y varios ministros. También se reúne el Consejo de Seguridad Nacional. A nivel autonómico se ha repetido la escena: el president de la Generalitat Salvador Illa ha reunido al gabinete de crisis en el Palau de la Generalitat. Y otras comunidades como Andalucía y País Vasco han hecho lo mismo. La Junta de Andalucía ha solicitado al Gobierno central que declare la situación de emergencia nacional.
La empresa Red Eléctrica ha señalado que el proceso de recuperación del suministro “conlleva la energización paulatina de la red de transporte a medida que los grupos de generación se acoplen”. Por su parte,Red Eléctrica asegura que técnicos de la compañía se encuentran “centrados en reponer el suministro para que la repercusión en la sociedad sea la menor posible”. No han querido, sin embargo, apuntar posibles causas del apagón masivo: “No hay constancia de la causa del incidente, y no podemos entrar en especulaciones sobre el origen, todo se analizará con todo nivel de detalle”, ha apuntado Prieto. Tampoco la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, ha querido anticipar una causa y ha señalado que, tras mantener contactos con las autoridades españolas y portuguesas, “no hay indicios de que haya sido provocado”. Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha mostrado su apoyo a las autoridades españolas tras hablar con Pedro Sánchez.
Ciudadanos de todas las comunidades autónomas españolas y de Portugal comenzaron a reportar, poco después del mediodía, la falta de suministro eléctrico generalizado. A partir de ahí, la actividad de los dos países se ha visto gravemente afectada. Los servicios de ferrocarril se han paralizado, los vuelos de las principales aerolíneas has sufrido retrasos, se han cerrado importantes túneles en carreteras de Madrid como la M-30, y las autoridades han llamado a la población a evitar desplazamientos en coche innecesarios. No funcionan ni los trenes de alta velocidad, ni de Cercanías, en Madrid o Valencia, tampoco el de Rodalies en Cataluña.
Renfe ha explicado que no hay movimiento alguno ni salidas en las estaciones desde las 12.30 horas, si bien en la estación madrileña de Chamartín el personal ha informado por megafonía de que no reanudará su actividad al menos hasta las 18.00 horas. También el tráfico aéreo se ha visto golpeado por el corte de energía, y se han producido retrasos e incidencias que afectan a distintas aerolíneas, con interrupciones en aeropuertos como el de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. Los controladores aéreos han informado de regulaciones o reducciones de tráfico en los dos grandes hubs de la península: Madrid-Barajas y Lisboa. Entre las compañías y los viajeros reina la confusión.
Las Islas Canarias y Baleares no se han visto afectadas por los apagones, según reportan los periodistas de EL PAÍS. Canarias cuenta con seis sistemas aislados, uno por isla. Están aislados de la España peninsular, y entre ellos. En el caso de Baleares está formado por dos sistemas separados: Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera. Están interconectados entre ellos, pero también con la Península con un cable submarino.
El corte eléctrico afecta también a las telecomunicaciones. Hay problemas generalizados para poder realizar llamadas, el servicio de mensajería WhatsApp funciona a medio gas. Grandes firmas de telecomunicaciones como Telefónica y Masorange están estudiando lo sucedido y tratan de normalizar el servicio lo antes posible. Diversos expertos apuntan a que internet puede sobrevivir unas horas sin electricidad, pero no mucho tiempo. Si bien los centros de datos están protegidos con grupos propios, la red depende de grupos intermedios que tienen autonomía más corta.
Suspenden intervenciones médicas no urgentes
El sistema sanitario, de momento, funciona, ya que los hospitales cuentan con grupos electrógenos de respaldo para cortes de luz que pueden mantener durante horas en funcionamiento los equipos esenciales, como respiradores, monitores cardíacos, y otros dispositivos médicos vitales. Un portavoz del hospital Gregorio Marañón de Madrid explica que hay activado un comité de emergencia para tomar decisiones en función de lo que dure la afectación, pero insiste en que la parte asistencial está cubierta. En el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde también han entrado en funcionamiento estos sistemas de emergencia y disponen de luz, una portavoz ha indicado que las intervenciones que estaban en curso han continuado y las que no habían empezado se han suspendido por el momento, excepto las urgentes. El Hospital del Mar de Barcelona está funcionando con normalidad.
Debido al apagón generalizado en la península, la DGT ha pedido a la población que evite coger el coche salvo en casos de extrema necesidad, por el peligro de accidentes. “La falta de suministro eléctrico no permite el funcionamiento de semáforos o paneles de señalización”. En algunos puntos hay policías regulando el tráfico.
En la capital, el servicio de Metro está interrumpido, según ha informado en un mensaje de la red social X. Asimismo, la red de Cercanías de Madrid se encuentra fuera de servicio por la falta de fluido eléctrico. Y se han detectado 150 incidencias en ascensores de la ciudad, según ha señalado el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. En Barcelona, por su parte, se han producido al menos 23 evacuaciones en la red de Metro. Caminar se ha convertido, de este modo, en el modo más seguro (y a veces el único) de llegar de un punto a otro.
Parón en la industria
Resulta difícil encontrar un sector que haya salido inmune. Además de infraestructuras, comercio y telecomunicaciones, la gran industria también tiene dificultades para continuar con su actividad. Los fabricantes de coches Seat y Ford han parado sus líneas de producción. Otros complejos industriales, como el petroquímico de Tarragona, ha activado la parada segura. Según ha podido confirmar este periódico, la planta de coches de Ford Almussafes se encuentra en estos momentos sin luz y con las líneas de producción totalmente paradas. “Los trabajadores están asustados, no saben qué ha pasado”, dice un portavoz de la compañía. El fabricante de camiones Iveco, que cuenta con fábricas en Madrid y Valladolid, también ha parado máquinas a la espera de que vuelva la luz.
La Bolsa española (BME) confirma que está operando con normalidad y que en ningún momento ha habido interrupciones en la operativa bursátil. Fuentes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) señalan que “las infraestructuras del mercado están funcionando con normalidad”, aunque es posible que haya entidades financieras con problemas de conectividad que impidan la normal operativa a sus clientes.
En Portugal, el apagón también es generalizado. En el aeropuerto de Lisboa se vive un gran desconcierto entre miles de pasajeros tras la caída del sistema eléctrico. Tampoco desde la Administración portuguesa hay de momento ninguna explicación oficial sobre el fallo en la red eléctrica del país, que está afectando a la red de telecomunicaciones. Red Eléctrica Nacional, la empresa que gestiona la distribución, confirmó que se trata un fallo generalizado en todo el país y que está tratando de averiguar las causas. El ministro Manuel Castro Almeida afirmó en la cadena RTP que no se descarta una posibilidad de ciberataque y que éste afecte a varios países europeos.
El apagón causó la interrupción de los trenes y metros, aunque no afectó a la actividad de los hospitales, que están funcionando con generadores. También muchos vuelos están sufriendo retrasos. El suministro todavía no ha sido restablecido.
Los cortes han impactado solo levemente en zonas limítrofes con Francia. Ciudades como Perpiñán, señala el diario L’Indépendant, han vivido algunos cortes de luz puntuales. Más allá de estas zonas, el país no tenido otras afectaciones.
[Noticia de última hora, habrá ampliación en breve]
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