Un nuevo tratamiento con células madre puede detener la progresión de la esclerosis múltiple

Un estudio pionero sugiere que un nuevo tratamiento con células madre, consistente en inyecciones, podría detener eficazmente la progresión de la esclerosis múltiple (EM). La investigación, llevada a cabo en colaboración por científicos europeos y estadounidenses, demuestra que este tratamiento innovador podría proteger el cerebro de los pacientes con EM de daños mayores.

En los ensayos clínicos con humanos, los pacientes que recibieron inyecciones de células madre no experimentaron un aumento de la discapacidad ni de la gravedad de los síntomas.

El estudio es prometedor para futuros ensayos que podrían conducir a tratamientos para la EM progresiva, una enfermedad que afecta a más de dos millones de personas en todo el mundo. A pesar de que los tratamientos actuales pueden aliviar la gravedad y la frecuencia de las recaídas, aproximadamente dos tercios de los pacientes con EM pasan a una fase progresiva debilitante a los 25 o 30 años del diagnóstico.

La esclerosis múltiple se produce cuando el sistema inmunitario ataca la vaina de mielina que protege las fibras nerviosas, lo que interrumpe la comunicación en el cerebro y la médula espinal. En la EM progresiva, las células inmunitarias llamadas macrófagos pueden causar inflamación crónica y daños nerviosos.

Los avances en el trasplante de células madre han suscitado esperanzas de nuevas terapias para mitigar este daño. Las células madre, consideradas “células maestras”, tienen el potencial de transformarse en diversos tipos celulares del organismo.

Investigaciones anteriores de la Universidad de Cambridge demostraron que las células reprogramadas de la piel, trasplantadas como células madre cerebrales al sistema nervioso central (SNC), podían reducir la inflamación y reparar potencialmente los daños de la EM en ratones.

El reciente estudio, realizado por equipos del Reino Unido, Estados Unidos, Suiza e Italia, consistió en un ensayo clínico en fase inicial. Se inyectaron células madre neurales, procedentes de un único feto donante, en el cerebro de 15 pacientes con EM secundaria.

El seguimiento durante el año siguiente no reveló ningún efecto adverso grave. A pesar de los elevados niveles de discapacidad iniciales, que obligaron a la mayoría de los participantes a ir en silla de ruedas, ningún paciente mostró un aumento de la discapacidad o un deterioro de los síntomas.

Las dosis más altas de células madre se correlacionaron con una menor reducción del volumen del tejido cerebral, lo que indica un posible efecto antiinflamatorio. El estudio también observó indicios de un efecto neuroprotector, con una posible reprogramación de las células microgliales y alteraciones del metabolismo cerebral.

Aunque el estudio tiene limitaciones, como su pequeña escala y los posibles efectos de los fármacos inmunosupresores, el profesor Stefano Pluchino, de la Universidad de Cambridge, considera que los resultados son excepcionalmente prometedores. Subraya la necesidad de nuevos tratamientos para la EM secundaria progresiva y expresa su cauteloso entusiasmo por el potencial de esta terapia celular.

El éxito del ensayo respalda la realización de ensayos clínicos más amplios, lo que supone un paso importante para traducir el descubrimiento de las células madre cerebrales en tratamientos terapéuticos experimentales. El profesor Angelo Vescovi, de la Universidad de Milán-Bicocca, anticipa un mayor entusiasmo en este campo y prevé estudios de eficacia más amplios en un futuro próximo. El equipo de investigación subraya la importancia de nuevos ensayos clínicos para determinar la eficacia de las inyecciones de células madre en la estabilización de la progresión de la discapacidad.