La historia de la humanidad ha sido marcada profundamente por la peste, una enfermedad que, según estimaciones, ha causado la muerte de aproximadamente 300 millones de personas a lo largo de los siglos. Esta cifra colosal resalta la letalidad de la peste, convirtiéndola en una de las enfermedades infecciosas más devastadoras.
¿Que es la peste?
Antes que nada, ¿que es la peste?, la peste es una enfermedad ocasionada por la bacteria gram negativa yersinia pestis. Estas bacterias se encuentran en varias partes del mundo.
Es conocida históricamente bajo varios nombres, reflejando la devastación que ha causado a lo largo del tiempo.
La denominación «la plaga» para referirse a la peste bubónica se remonta a la Edad Media, especialmente durante la Peste Negra del siglo XIV, cuando la enfermedad devastó Europa, Asia y África, eliminando aproximadamente un tercio de la población europea también se le ha llamado simplemente «la peste». Este término evoca las consecuencias catastróficas de los brotes, marcando profundamente la historia y la percepción social de la enfermedad como una calamidad de magnitud casi apocalíptica. Dependiendo de sus manifestaciones clínicas, se distingue en tres tipos principales: peste bubónica, peste septicémica y peste neumónica, cada una nombrada por sus síntomas y vías de infección característicos.
¿Cómo se transmite la peste?
- Picadura de la pulga de la peste (Xenopsylla cheopis): En la mayor parte de los casos las personas adquieren la peste cuando son picadas por una pulga que está infectada con yersinia pestis.
- Contacto con tejidos o fluidos infectados por peste: Las personas también pueden infectarse al tener contacto directo con tejidos o fluidos infectados mientras manejan un animal que está enfermo o que ha muerto por la peste.
- Inhalación gotitas: Finalmente, las personas pueden infectarse por la inhalación de gotitas respiratorias después del contacto cercano con gatos y humanos con peste neumónica.
- Además, los gatos y otros animales como ardillas, chipmunks y roedores pueden contraer y transmitir la peste a los humanos, directamente o a través de las pulgas que se hospedan en ellos. Se recomienda mantener a las mascotas y evitar el contacto con animales salvajes en áreas propensas a roedores infectados, aplicando regularmente productos antipulgas.
¿Cuáles son los síntomas de la peste negra?
Los síntomas de la peste negra, causada por la bacteria Yersinia pestis, incluyen fiebre alta, escalofríos, debilidad, dolores musculares, y cefaleas. La forma más común, la peste bubónica, se caracteriza por la aparición de bubones: ganglios linfáticos inflamados y dolorosos, especialmente en las ingles, axilas y cuello. Otros síntomas pueden ser hemorragias bajo la piel que causan manchas negras, de ahí el nombre «Peste Negra». En sus formas septicémica y neumónica, la enfermedad puede llevar a shock séptico y dificultad respiratoria, respectivamente.
¿Cuales son los diferentes tipos de la peste ?
Existen tres tipos de enfermedad por peste:
Peste bubónica:
Generalmente es el resultado de una picadura de pulga infectada. Las bacterias se multiplican en el ganglio linfático más cercano al lugar donde las bacterias ingresaron al cuerpo humano, los pacientes desarrollan:
- Fiebre repentina
- Dolor de cabeza
- Escalofríos
- Debilidad
- Uno o más ganglios linfáticos inflamados, sensibles y dolorosos (llamados bubones), normalmente se ven afectados los axilares, cervicales e inguinales.
- El ganglio se puede fistulizar y drenar su contenido.
- Por coagulación intravascular diseminada, se pueden desarrollar trombos con áreas isquémicas en la piel que adopta un color azulado o negruzco, circunstancia que le da el nombre a la enfermedad (peste negra).
- En poco tiempo, en los nódulos linfáticos periféricos se producen bubones secundarios, hasta que se rompen y las células pasan de nuevo al torrente circulatorio.
- Lo que ocasiona una septicemia generalizada.
Si el paciente no recibe tratamiento antibiótico antes del estado septicémico, la muerte sobreviene al cabo de tres a cinco días.
Peste septicémica:
Es el resultado de picaduras de pulgas infectadas o del manejo de un animal infectado.
La peste septicémica se puede manifestar como los primeros síntomas de la peste, o también ocurre cuando la peste bubónica no se trata.
Los pacientes desarrollan:
- Fiebre
- Escalofríos
- debilidad extrema
- dolor abdominal
- Shock
- posiblemente sangrado en la piel y otros órganos. La piel y otros tejidos pueden ponerse negros y morir, especialmente en los dedos de las manos y los pies y la nariz.
Es tan rápida que los pacientes suelen morir en tan solo un día, por lo que habitualmente no da tiempo a ser diagnosticada hasta la autopsia.
Peste neumónica:
La peste neumónica puede desarrollarse por la inhalación de gotitas infecciosas o por la peste bubónica o septicémica no tratada que se propaga a los pulmones.
Los pacientes desarrollan:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Debilidad
- Neumonía que rápido evoluciona con dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos y, a veces, mucosa con sangre o agua.
- La neumonía puede causar insuficiencia respiratoria y shock.
La peste neumónica es la única forma de peste que se puede transmitir de persona a persona y es la forma más grave de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica la peste?
En caso de sospechar de peste, el médico tomará muestras de sangre, esputo o aspirado de ganglios linfáticos del paciente, dichas muestras las envía a un laboratorio para su análisis.
Una vez que el laboratorio recibe la muestra, los resultados preliminares pueden estar listos en menos de dos horas. La confirmación de laboratorio tomará más tiempo, generalmente de 24 a 48 horas.
Tratamiento
El tratamiento de la peste con antibióticos es altamente efectivo, iniciándose de manera preventiva ante la sospecha de infección. Es crucial administrar estos medicamentos lo antes posible, especialmente en casos de peste neumónica, para reducir el riesgo de mortalidad. La prontitud en la aplicación del tratamiento, idealmente dentro de las primeras 24 horas tras la aparición de síntomas, es fundamental. Además, es esencial implementar medidas de aislamiento y cuidados de apoyo para los afectados, así como estrategias de prevención y control ambiental para evitar la propagación de la enfermedad.
Vacunación
La vacunación contra la peste se considera en ciertos contextos para individuos de alto riesgo, como laboratoristas que trabajan con Yersinia pestis o personal de salud en áreas endémicas. Aunque no se recomienda para la población general, la vacunación puede ofrecer una capa adicional de protección en situaciones específicas donde el riesgo de exposición a la bacteria es elevado.
¿Debo preocuparme de la peste?
Dada la efectividad de los tratamientos antibióticos modernos y las estrategias de prevención, el riesgo de una epidemia de peste a gran escala es considerablemente bajo en la actualidad. Sin embargo, es importante mantener medidas preventivas y de control, especialmente en áreas donde la peste es endémica. La vigilancia y el tratamiento temprano son clave para manejar los casos que surgen y prevenir la propagación.
Otros contenidos que te podrían gustar
Noticia Confirmada
0 comentarios