Erupciones volcánicas, décadas de invierno perpetuo y conflictos desencadenados por la hambruna hicieron de la década de 530 la más oscura en la humanidad, aunque sus habitantes no eran conscientes de la magnitud del desastre. Pero dentro de los años, destaca el 536, considerado el peor año de la historia
¿Por qué es el peor año de la historia?
Sin restar importancia a los problemas actuales, es importante poner en perspectiva los tiempos difíciles del pasado. Aunque 2020, 2021 y 2022 han sido años complicados, no se comparan con el año 1347, cuando la Peste Negra comenzó su devastadora propagación por Eurasia. En 1816, se vivió el “año sin verano“, y 1914 no se quedó atrás, ya que el asesinato de un archiduque de los Habsburgo desencadenó dos conflictos mundiales, uno de los cuales resultó en un genocidio a gran escala.
La historia está llena de años y décadas difíciles, sin embargo, muy pocas llegan a compararse con el 536 d. C., al que muchos llaman el peor año de la historia. Una erupción volcánica, o posiblemente más de una, en algún lugar del hemisferio norte parece haber desencadenado estos acontecimientos. Esta erupción provocó un “invierno volcánico” que duró una década, con nevadas inusuales en China y una disminución de 2.5°C en las temperaturas medias en Europa. Los cultivos no prosperaron, lo que llevó a la hambruna y a conflictos.
En 541, la peste bubónica llegó desde Egipto y diezmó a un tercio de la población del Imperio Bizantino. Incluso en Perú, las sequías afectaron a la floreciente cultura Moche.
El aumento de la capa de hielo del océano y un mínimo solar intenso en 600 prolongaron el enfriamiento global durante más de un siglo, lo que resultó en la desaparición de muchas sociedades que existían en 530. Una razón más para ser considerado el peor año.
La nueva ciencia tras antiguos eventos climáticos
Los historiadores ahora colaboran con científicos para reconstruir el pasado de nuevas formas. Gran parte de lo que sabemos sobre este oscuro período no proviene de fuentes escritas tradicionales. Para el año 536, hay algunas menciones en escritos de la época, como la de Procopio, el historiador bizantino, quien describió un “presagio muy temible“, y Casiodoro, un senador romano que notó la pérdida de luz solar y la debilidad del calor.
Sin embargo, los avances en la comprensión histórica de este año catastrófico se han logrado gracias a técnicas como la dendroclimatología y el análisis de núcleos de hielo.
El dendroclimatólogo Ulf Büntgen encontró evidencia de erupciones volcánicas en 536, 540 y 547 en los anillos de crecimiento de los árboles. El análisis detallado de un glaciar suizo realizado por el arqueólogo Michael McCormick y el glaciólogo Paul Mayewski ha ayudado a comprender la gravedad del cambio climático de 536.
Estas técnicas son ahora esenciales en la caja de herramientas de los historiadores, especialmente para períodos con poca documentación escrita.
Historiadores como Kyle Harper, Jared Diamond y Geoffrey Parker utilizan estos avances para construir nuevas narrativas sobre el ascenso y la caída de sociedades. Para ellos, las condiciones del planeta desempeñan un papel crucial en la historia humana.
La vida de las personas de la época
¿Cómo vivieron las personas un evento climático tan drástico como el que comenzó en 536 y que lo catalogó como el peor año? Esta es una pregunta que los historiadores siguen explorando mientras revisan las fuentes.
La mayoría de las personas en 536 probablemente no eran conscientes de la gravedad de la situación. A menudo, los historiadores confían en fragmentos anecdóticos cargados de fatalidad, como las citas de Procopio y Casiodoro.
Sin embargo, al igual que en la historia de la rana hervida, es posible que la mayoría solo se diera cuenta gradualmente de lo sombrío que se volvía su mundo. De hecho, el peor añono fue en 536, sino más tarde, cuando los efectos de las plagas, las sequías, el frío y la hambruna se hicieron sentir con más fuerza.
No cabe duda por qué el 536 d. C. es considerado como el peor año de la historia de la humanidad. En ese sentido, debemos trabajar para que una época como aquella vuelva a repetirse en el mundo.
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