La sonda solar Parker de la NASA ha logrado un hito histórico al convertirse en la primera nave espacial en atravesar una eyección de masa coronal (CME) del Sol y captar el acontecimiento con una cámara. Este extraordinario vídeo muestra a la sonda atravesando la enorme erupción solar del 5 de septiembre de 2022. La nave espacial atravesó la turbulenta estela del borde de ataque de la onda de plasma, conocida como onda de choque, antes de emerger por el otro lado.

Los científicos están muy interesados en estudiar esta audaz misión para comprender mejor el enigmático funcionamiento interno del Sol y mejorar su capacidad para predecir erupciones solares que podrían suponer una amenaza para la Tierra.
Nour Raouafi, científico del proyecto Parker Solar Probe en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins de Maryland comentó:
“Es la vez que más cerca del Sol hemos observado una CME”.
“Nunca habíamos visto un evento de esta magnitud a esta distancia”.
Las eyecciones de masa coronal son similares a los anillos de humo y son expulsadas desde las manchas solares, regiones de la superficie del Sol caracterizadas por potentes campos magnéticos. Estos campos magnéticos forman nudos y luego se rompen repentinamente, lanzando las CME a velocidades de millones de kilómetros por hora. Estas eyecciones barren las partículas cargadas del viento solar, creando un gran frente de ondas combinadas.
La Parker Solar Probe, lanzada en agosto de 2018, está equipada con un escudo térmico y radiadores diseñados para encuentros cercanos con el sol. Durante este evento, volaba a solo 9,2 millones de kilómetros por encima de la superficie del Sol cuando se encontró con la CME.
La nave se aventuró en el borde de ataque de la onda de marea solar, experimentando los efectos de los remolinos de plasma y el viento solar mientras observaba la actividad del sol durante dos días. Los científicos fueron capaces de distinguir tres etapas en la evolución de la erupción, con la tercera etapa -una estela de partículas de movimiento lento- presentando un misterio particular.
Comprender los mecanismos que subyacen a las erupciones solares es crucial para proteger a la Tierra de graves tormentas geomagnéticas. Aunque el campo magnético de la Tierra puede absorber la mayoría de los golpes de refilón de las CME, las tormentas geomagnéticas más potentes pueden distorsionarlo y provocar diversos efectos perjudiciales, como la interrupción de satélites, daños en los sistemas eléctricos y posibles interrupciones de Internet.
La mayor tormenta solar de la historia moderna, conocida como Evento Carrington de 1859, liberó una cantidad de energía equivalente a unos 10,000 millones de bombas atómicas de 1 megatón. Causó trastornos generalizados, como sistemas de telégrafo fritos y auroras brillantes visibles hasta el sur del Caribe.
Los científicos advierten de que un acontecimiento similar en la actualidad podría provocar daños por valor de billones de dólares, apagones generalizados y amenazas para la vida humana. En 1989, una tormenta solar provocó una columna de gas de mil millones de toneladas que causó un apagón en Quebec.
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