Un misterioso objeto arribó a la costa en la víspera de Año Nuevo entre Santa Cruz y Monterey, California después de las tormentas que azotaron la zona durante ese fin de semana. Preocupados, los residentes llamaron a la Oficina del Sheriff, para descubrir que se trataba de una enorme bomba de la Segunda Guerra Mundial.
Una bomba de la Segunda Guerra Mundial en California
El equipo de explosivos de la oficina del sheriff del condado de Santa Cruz, recuperó una bomba de prácticas de la Marina estadounidense de la época de la Segunda Guerra Mundial que no detonó. El dispositivo llegó a las dunas del paraje después de las fuertes tormentas del Océano Pacífico que azotaron la costa california durante el fin de año.
Las imágenes muestran la vieja bomba oxidada y cubierta de restos marinos. Como medida de precaución, las autoridades habían asistido con su equipo antibombas, y para su sorpresa, si resultó ser un artefacto explosivo militar inerte.
La oficina del Sheriff también informó que el personal de la Base Aérea de Travis, ubicada a 225 kilómetros al noreste de la costa, había recogido posteriormente el artefacto. Asimismo, la base Travis informó el personal militar había recuperado el artefacto que llegó el 31 de diciembre.
“Después de realizar una inspección visual in situ y un escáner de rayos X, se consideró que el objeto no contenía explosivos y que era seguro transportarlo a la Base Aérea de Travis. Se determinó que se trataba de una bomba de prácticas de la Marina estadounidense de la época de la Segunda Guerra Mundial, modelo Mk 15, Mod 2. Actualmente, está en Travis [Explosive Ordnance Disposal] y permanecerá en el lugar para evitar futuras preocupaciones”.
Los artefactos de guerra, tales como bobas, granadas o minas, rara vez aparecen en las costas estadounidenses, a diferencia de los países europeos y asiáticos, que fueron bombardeados frecuentemente durante la Segunda Guerra Mundial.
Un peligro para las personas
Los artefactos de guerra, como bombas, granadas y minas, rara vez aparecen en las costas estadounidenses, a diferencia de los países europeos y asiáticos que fueron objeto frecuente de bombardeos aéreos durante la Segunda Guerra Mundial.´
Aun así, siguen suponiendo un riesgo de detonación décadas más tarde de que los grupos de defensa se deshicieran de las municiones, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
En 2002, el Destacamento de Desactivación de Artefactos Explosivos de la Marina estadounidense descubrió un campo submarino de municiones desechadas frente a la costa de Oahu, en Hawai. Asimismo, en 2020, el personal militar detonó dos bombas de gravedad de 100 libras de la misma época y retiró otros artefactos en el canal de Lanikai Beach y Mokulua North en Oahu.
El cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos también identificaron más de 400 entornos submarinos usados como lugares de guerra que tienen municiones sin estallar, lo que ha llevado al descubrimiento de las municiones halladas en playas desde Hawai hasta Maryland, según el departamento de ingeniería civil de la Universidad de Delaware.
La eliminación de bombas sin estallar fue una práctica internacional aceptada hasta 1970, cuando se prohibió por el Departamento de Defensa. Dos años después, el Congreso aprobó la Ley de Protección, Investigación y Santuarios Marinos, quien prohibió verter municiones y otros contaminantes al océano.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos declaró que la exposición a municiones militares, provocó víctimas mortales y lesiones graves, incluyendo una serie de exposiciones químicas y efectos sobre la salud, algunos relacionados con agentes químicos.
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