La nave espacial OSIRIS-REx de la NASA está a punto de completar su extraordinaria misión, devolviendo a la Tierra una valiosa carga útil.
El 24 de septiembre, la nave soltará su contenedor de recogida, embarcándose posteriormente en otra misión. Este contenedor contiene una valiosa carga, que incluye muestras de polvo y escombros recogidos del asteroide Bennu, rico en carbono, que los científicos creen que data de los primeros días de nuestro Sistema Solar.
OSIRIS-REx transporta unos 250 gramos de este valioso material. El contenedor está destinado a aterrizar en una zona específica del desierto de Utah, de 59 kilómetros por 15 kilómetros.
Se espera que la cápsula entre en la atmósfera terrestre a las 14.41 UTC (10.41 AM EDT) y aterrice aproximadamente 13 minutos después. La NASA retransmitirá en directo todo el proceso, a partir de las 10 AM EDT, con una conferencia de prensa prevista para las 11 AM. Esta retransmisión en directo podrá verse en NASA Live, NASA TV y la aplicación de la NASA.
Esta misión supone un logro significativo, ya que representa la mayor recogida de restos de asteroides jamás traída a la Tierra. Se trata de la tercera recogida de este tipo hasta la fecha, ya que Japón trajo materiales de los asteroides Itokawa y Ryugu en 2010 y 2020, respectivamente.
Bennu es de especial interés para los científicos debido a su clasificación como asteroide de tipo B. Esta designación sugiere que contiene elementos volátiles, además de un alto contenido en carbono.
Los investigadores lo consideran una cápsula del tiempo que podría responder a preguntas sobre los orígenes del agua de la Tierra y los componentes básicos de la vida, que podrían haber llegado a nuestro planeta a través de asteroides y meteoritos.
El astroquímico Jason Dworkin, científico del proyecto OSIRIS-REx en la NASA Goddard, destacó la importancia de una muestra prístina para desvelar los misterios del desarrollo del Sistema Solar, afirmando:
“Una muestra prístina podría proporcionar información sobre el desarrollo del Sistema Solar”.
La misión de OSIRIS-REx ha sido meticulosamente planificada y ejecutada. Se lanzó en septiembre de 2016, tardó más de dos años en llegar a Bennu, realizó observaciones y recogió muestras durante dos años, y comenzó su viaje de regreso a la Tierra en mayo de 2021. Los científicos de la NASA están bien preparados para la recuperación de la cápsula y la colocarán inmediatamente en una sala limpia portátil para minimizar la contaminación terrestre.
Además, los científicos recogerán muestras del suelo y el aire que rodean el lugar de aterrizaje de la cápsula, que se compararán con la muestra tras el análisis para identificar cualquier contaminante local. Los primeros resultados de los análisis se esperan para el 11 de octubre, ofreciendo la esperanza de que una pequeña taza de polvo estelar ayude a responder algunas de las preguntas más profundas sobre nuestros orígenes y la posible existencia de vida más allá de la Tierra.
Como subrayó el investigador principal de OSIRIS-REx, Dante Lauretta, “se trata de comprender nuestros orígenes, de responder a algunas de las preguntas más fundamentales que nos hacemos como seres humanos: ¿De dónde venimos? ¿Y estamos solos en el Universo?”.
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