Aunque parezca increíble, la historia de los dientes explosivos ha sido documentada por la comunidad médica, pero a pesar de las investigaciones, el enigmático fenómeno sigue sin resolverse.
Los primeros casos ocurrieron hace unos 200 años, en Pennsylvania, Estados Unidos, un clérigo comenzó a sufrir de dolores de muelas insoportables. En la misma zona, se registró el caso de una mujer, cuyo molar se rompió con un gran estruendo que la aturdió y la dejó sorda por varios días.
La historia de los dientes explosivos
Diversos estudios han registrado situaciones en las que las personas experimentaban un dolor insoportable en un diente en particular. Con el tiempo, este dolor aumentaba en intensidad hasta que finalmente el diente explotaba en fragmentos.
El caso más conocido, es el que relata Thomas Morris, en su obra “El misterio de los dientes que explotaban y otras curiosidades de la historia de la medicina”, se trata del caso del clérigo que, mientras corría angustiado por su jardín, sintió un estruendo similar al de un disparo de pistola, lo cual provocó que su diente se fragmentara, brindándole un alivio instantáneo.
Aunque el dolor casi lo volvió “loco”, este curioso incidente finalmente calmó su malestar y le proporcionó un inesperado sentido de tranquilidad. Paradójicamente, este incidente marcó el inicio de una serie de casos de dientes explosivos, que se agruparon bajo el término “explosión dental audible” en una revista médica.
En el caso de la joven en Pennsylvania, se cree que la explosión de su diente no solo causó un dolor intenso, sino que también la dejó sorda durante semanas. Aunque esta explosión también le brindó algún alivio.
¿Qué originó estas explosiones dentales?
Según informa la BBC, Hugh Devlin, profesor de Odontología Restaurativa en la Escuela de Odontología de la Universidad de Manchester, Reino Unido, ha mencionado que aunque es común que los dientes dañados se fracturen, jamás había oído hablar de explosiones dentales. Incluso menciona un caso de la década de 1960 en el que exploradores en la Antártida informaron que sus dientes se rompieron espontáneamente, aunque en ese contexto el frío extremo pudo haber sido un factor contribuyente.
Diversas teorías sobre los dientes explosivos, han sido propuestas por otros expertos, incluyendo la idea de una sustancia denominada “calórica libre“. Esta sustancia se acumula en los dientes y podría generar una expansión en la pulpa dental, aunque esta teoría ha sido descartada por estar desactualizada científicamente.
En cambio, los investigadores consideran más plausible que cambios abruptos de temperatura o incluso los productos químicos utilizados en empastes dentales tempranos pudieron haber desempeñado un papel en estos eventos.
Aunque se han documentado alrededor de cinco o seis casos, principalmente en la década de 1920, hoy en día algunos investigadores siguen indagando en busca de respuestas y explicaciones para este peculiar fenómeno de los dientes explosivos.
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