Una noche de violencia en Puerto Príncipe permitió que 3.696 presos de la prisión civil de la capital de Haití se dieran a la fuga después de que bandas criminales asaltaran el recinto. El ataque de los grupos armados terminó en la fuga del 97% de los reclusos de la mayor cárcel de la ciudad, según ha informado este domingo el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos (CADDHO). No hay cifras oficiales, pero al menos una quincena de los presos que escaparon han sido asesinados, según pudo comprobar la agencia EFE al contabilizar los cadáveres esparcidos por varios puntos de la capital. La mayoría se encontraba en los alrededores de la penitenciaría. El penal atacado es conocido por su superpoblación y condiciones insalubres. También porque entre sus reos más destacados hay varios líderes de pandillas y los 18 exmilitares colombianos acusados del asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
Los enfrentamientos armados entre la policía local y las bandas criminales escalaron el sábado después de días de ataques mortales y protestas en contra del presidente interino, Ariel Henry. El jueves, cuatro policías fueron asesinados en la capital mientras otro grupo de hombres armados disparaba contra objetivos en el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe. Según la agencia AP, los pandilleros habían tomado el control de dos comisarías, y desataron el pánico entre la población civil, que forzó el cierre de escuelas y negocios. Mientras tanto, el presidente Henry viajaba a Kenia en un intento de reavivar una propuesta de misión de seguridad para desplegar a agentes de la policía keniana en Haití con apoyo de Naciones Unidas. La Policía Nacional de Haití cuenta con alrededor de 9.000 agentes en un país de más de 11 millones de habitantes. Los agentes suelen verse sobrepasados en número y potencia de fuego por las pandillas, que estima controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe.
El atentado se lo ha atribuido Jimmy Chérizier, un expolicía de élite devenido en el dirigente de la asociación de pandillas que controla Puerto Príncipe bajo el alias de Barbecue. Chérizier ha afirmado que su objetivo era capturar al jefe de policía de Haití y a ministros del gobierno, así como impedir el regreso de Henry.
Ariel Henry, un neurocirujano de 74 años, gobierna Haití interinamente desde julio de 2021, cuando fue asesinado el presidente Moïse. Henry gobierna entre una creciente inestabilidad y violencia, pero ha retrasado varias veces la convocatoria a elecciones parlamentarias y presidenciales. Líderes caribeños dijeron el miércoles que Henry había aceptado programar una votación para mediados de 2025, una fecha lejana que eleva la tensión en el país.
Los reclusos que no han escapado hablaron ante la prensa de las malas condiciones de vida en la prisión civil de Puerto Príncipe, donde al menos tres cuartas partes de los internos están a la espera de juicio.”Estamos mal alimentados en la cárcel. Te dan comida blanca (enmohecida)”, dijo un preso de unos 60 años que ya ha pasado 12 de ellos en la cárcel, sin haber tenido la oportunidad de asistir al funeral de su madre, según relató a EFE.
“No podemos comprar agua. El agua que utilizamos para bañarnos es el agua que bebemos. El agua sucia es el agua que bebemos”, añadió este hombre, quien dijo que se siente atribulado porque está pasando por muchas dificultades en la cárcel.
Otro de los internos que se identificó como Jameson Raphael, de 30 años, narró que “mucha gente murió. Muchos presos murieron incluso en los alrededores de la prisión” a raíz del asalto.
Entre los presos que decidieron no abandonar el recinto carcelario se encuentran los mercenarios colombianos acusados de participar en el asesinato de presidente Moise en 2021, quienes ya la pasada noche enviaron mensajes que circularon por redes sociales relatando la situación vivida durante el asalto.
Uno de ellos explicó a los medios que accedieron al interior del recinto, entre ellos EFE, por qué no huyó: “No me volé porque no debo nada. Estoy viviendo un karma, solamente Dios sabe lo que estoy viviendo y lo que me ha tocado vivir. No me volé porque no debo nada y aquí estoy dando la cara porque soy inocente, soy inocente ante el ante el mundo, así que no debo nada”.
“Estoy acá en esta prisión, en este momento la prensa puede dar cuenta de cómo es este lugar. Soy inocente, yo a este lugar, Haití, vine con una propuesta de trabajo”, dijo ante los medios Francisco Eladio Uribe, exsoldado de Colombia. El Gobierno de Colombia pidió este domingo a Haití protección especial para esos 17 ciudadanos suyos y planteó al Gobierno que se evalúe la posibilidad de trasladarlos a otra cárcel que ofrezca mayor seguridad.
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