Aquel Alberto Núñez Feijóo que prometía hacer oposición sin insultos ni hipérboles ha lanzado a su grupo parlamentario a una creciente espiral de furiosas descalificaciones contra el Gobierno. A raíz del caso Koldo, los populares difunden el mensaje de que todo el PSOE está corrompido y que Pedro Sánchez amparó y ocultó las prácticas ilegales, sin presentar pruebas de ello. En el Congreso desfilan los diputados populares, sea cual sea el tema a debate, para comparar a los socialistas con la mafia o sentenciar que se dedican a “la coca y la prostitución”. Tanto han subido el volumen que el PP ha silenciado el vociferante discurso de la extrema derecha.
La ofensiva ha avanzado esta semana otro escalón para apuntar a la esposa del presidente, Begoña Gómez. El PP amenaza con abrir una investigación parlamentaria basándose en que Gómez negoció patrocinios de la empresa Air Europa para el instituto académico en el que trabaja —y que no llegaron a concretarse— antes de que el Gobierno rescatara a esa compañía cuando paralizó sus actividades por la pandemia, como hizo con sus aerolíneas la mayoría de países europeos.
Los socialistas han entrado al combate, utilizando el fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, y otros escándalos pasados del PP. El hemiciclo se ha sumergido en un cruce de acusaciones de los más graves delitos, para desagrado de los socios del PSOE. A continuación, unas cuantas frases que resumen la tempestuosa semana.
Miércoles, 20 de marzo. Sesión de control al Gobierno e iniciativas de diversos diputados del PP sobre el caso Koldo y la amnistía.
José Vicente Marí (PP): “Ustedes no son ni un Gobierno, son un paréntesis tumultuario en nuestra democracia”.
Miguel Tellado (PP): “Y hemos visto también al señor Marlaska [ministro del Interior] metido en un gran lío. Es el responsable de haber hecho desaparecer los móviles del Tito Berni para archivar esa causa [los teléfonos están bajo custodia en el juzgado que lleva el caso de ese exdiputado socialista]”.
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Sofía Acedo (PP): “La trama de corrupción lleva nombre y apellidos del PSOE: cocaína y prostitución […] Corrupción política y corrupción económica, todo el PSOE, novias, maridos, familiares, intermediarios… Todo para acabar en el corazón del presidente del Gobierno: su esposa. Todo queda en casa”.
María Jesús Montero (PSOE), vicepresidenta primera: “No hay que ser un lince para saber: entorno de Ayuso, fraude por las mascarillas […] ¿Es verdad que la empresa de la mujer del señor Feijóo recibió una ayuda de la Xunta? [La empresa lo ha desmentido]”.
Félix Bolaños (PSOE], ministro de Presidencia y Justicia: “Lo más grave es que ustedes tengan el cinismo de decir a los españoles con dificultades para acceder a una vivienda que no van a aplicar la ley de vivienda mientras ustedes viven en casas pagadas con dinero defraudado a Hacienda”.
Rafael Hernando (PP), al ministro del Interior: “Usted lo sabía todo y lo tapó todo desde el principio […] Ha habido un chivatazo [a la trama] y el chivato, sin duda alguna, ha sido usted”.
Sergio Sayas (PP): “Cuando venimos a una sesión de control y los escuchamos, dudamos si tenemos un Gobierno o directamente nos gobierna la Camorra”.
Jaime de los Santos (PP), en una pregunta a la ministra de Igualdad sobre feminismo: “Usted habla de igualdad, pero, eso sí, agacha la cabeza frente al esposo de la cónyuge. Porque ella, la mujer del presidente del Gobierno, no es igual […] Porque va a veranear esta Semana Santa en un palacio patrimonio de todos, pagado por todos. Porque la mujer del presidente sigue aceptando prebendas de empresas que luego reciben rescates en casos repugnantes de corrupción”.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en su réplica: “¡Vergüenza! ¡vergüenza! ¡vergüenza! ¡No se puede! ¡No se puede mezclarlo todo! ¡El negacionismo mata y ustedes son cómplices!”.
Cayetana Álvarez de Toledo (PP): “La amnistía del 77 nos llevó de la dictadura a la democracia. Esta nos lleva de la democracia a la cochambre iliberal sanchista”. “El señor Zapatero no derrotó a ETA, negoció con ETA: ‘Tú dejas de matar y yo te dejo mandar”.
Ester Muñoz (PP): “Cada hora que pasa surge un nuevo escándalo que tapa el anterior”. “María Jesús Montero, la encubridora, la que lo sabía todo y lo tapaba todo”. “Y también tenemos a la mujer del Don, cuya cátedra era financiada por empresas que luego fueron rescatadas por el Gobierno de España […] ¿Era Begoña Gómez la conseguidora o la mediadora?”. “Es la mayor trama de corrupción de un Gobierno en ejercicio desde Felipe González”. “Son ustedes un Gobierno extorsionado, corrupto y mentiroso que usa las instituciones para enriquecer a sus amigos”. “Esto no es un Gobierno, es una mafia”.
Luis Beamonte (PP): “La señora Montero lo que debería hacer es quitar sus sucias manos de la caja común de todos los españoles. Va camino del banquillo […] Que tengan suerte Sánchez y su banda, porque, como se haga justicia, están apañados”.
Javier Sánchez Serna (Podemos): “Me parecen un escándalo las tropelías del testaferro de la señora Ayuso. Yo voy más allá y le llamo el novio de la muerte. Porque mientras el clan Ayuso se llenaba los bolsillos con la venta de material sanitario, más de 5.000 personas murieron […] Fue el Gobierno de la señora Ayuso el que apretó el gatillo”.
Óscar Puente (PSOE), responsable de Transportes, después de que un diputado del PP le gritase “¡vaya ministro!”: “Vaya ministro, sí, no como [Eduardo] Zaplana, mañana en el banquillo [por corrupción]. Este ministro tiene la dignidad que a ustedes les falta. Así que aprendan un poco”.
En su respuesta al PP sobre el caso Koldo, Puente dedicó ocho minutos a comentar el fraude del novio de Ayuso. Y defendió el tuit en que se refirió a él como “testaferro con derecho a roce”, leyendo hasta 16 frases de dirigentes del PP consideradas machistas. Dos eran de Feijóo: “De maquillaje sabe mucho”, sobre la vicepresidenta Yolanda Díaz, y “está muy necesitada”, sobre la líder del BNG, Ana Pontón.
Jueves, 21 de marzo. Debate sobre la creación de una comisión para investigar la compra de mascarillas por todas las Administraciones.
Macarena Montesinos (PP): “Podría pensarse que Ábalos y Sánchez son dos caras de una misma moneda, pero realmente las dos caras de esta moneda son Begoña y Pedro […]. Sería impresentable que la agenda de la mujer del presidente pueda influir en las decisiones del Ejecutivo en materia económica e institucional, beneficiándose el matrimonio de ello. Lo podríamos llamar bienes gananciales encubiertos”.
Esther Peña (PSOE): “¿Qué es lo que nos queda por ver? ¿A la señora Ayuso corriendo a la Agencia Tributaria con un martillo en la mano para romper los ordenadores?”.
Predicando en el desierto. Durante toda la semana se prodigaron las intervenciones que deploraban lo sucedido y exigían ponerle fin. Sin el menor éxito:
Francina Armengol (PSOE), presidenta de la Cámara: “La gente que nos está escuchando, los ciudadanos, no se merecen esto. Por favor, un poco de decoro”.
Aitor Esteban (PNV): “Me parece vergonzoso lo que hemos visto. No recuerdo un pleno de control tan sucio en mucho tiempo”.
Francesc-Marc Álvaro (ERC): “Debemos evitar el ‘y tú más’. El ambiente ha convertido el debate en irrespirable, totalmente tóxico”.
Oskar Matute (EH Bildu): “Huyamos de este espectáculo, parece más un partido de tenis con empate infinito que la búsqueda de la verdad”.
Cristina Valido (Coalición Canaria): “En las últimas semanas la política se ha convertido en un auténtico lodazal, traspasando todas las líneas rojas y haciendo peligrar la salud democrática”.
Aina Vidal (Sumar): “¿Cómo creen que se siente una persona joven que no puede emanciparse y que cuando ve un fragmento de este Parlamento se encuentra con el espectáculo de ayer?”.
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