Contra todo pronóstico, unos investigadores consiguieron fotografiar una especie cuyo último avistamiento fue en 1882. La reacción de los expertos demuestra su emoción al prácticamente redescubrir esta especie en Papúa Nueva Guinea, que muchos creían extintas.
El hallazgo de una especie después de más de un siglo
Aún quedan millones de hectáreas de selva que no ha sido explotada por el ser humano. En estos parajes existen todo tipo de especies animales, plantas y, es probable que algunas de ellas no hayan sido descubiertas ni analizadas. De hecho, en los registros oficiales hay algunos animales que tienen décadas sin ser vistos de nuevo. Uno de estos casos es el de la paloma faisán de nuca negra, la cual no se había vuelto a ver desde hacía 140 años.
Ahora, 140 años después, se pudo comprobar que hay al menos un ejemplar que vive en Papúa Nueva Guinea, lugar que coincide con su descubrimiento. Un encuentro que tuvo lugar gracias a la instalación de una cámara trampa en mitad de la naturaleza. El animal, al ver que no había algún humano cerca, deambuló en torno al aparato, ignorándolo completamente. Esto significó una prueba de su existencia, un elemento clave para entender su supervivencia.
La no extinción de esta ave fue claramente celebrada por los investigadores que participaron en el proyecto de búsqueda. Este fue un momento único y aquí te mostramos la prueba de que este ave, del que no se tenía conocimiento desde hace siglo y medio, sigue con vida y lo que supone su redescubrimiento para su preservación.
La grabación que confirmó el descubrimiento
La grabación dura apenas unos segundos, pero permite ver claramente cómo se trata de una paloma faisán de nuca negra, el ave de la que no se tenían noticias desde hace siglo y medio. Esta especie llama la atención por las tonalidades presentes en sus plumas. Cabe resaltar que el hallazgo fue posible gracias a la cooperación de indígenas, quienes sirvieron de guía a los investigadores.
La investigación fue encabezada por Jason Gregg, la persona que depositó en mitad de la selva la cámara que había comprado recientemente. Después de iniciar la grabación, se fue del lugar para no alertar al ave. Tiempo después, cuando recogieron las imágenes, se detuvo a observar la grabación a ver si había captado algo interesante. La sorpresa fue mayúscula, ya que la especie que buscaban apareció frente a la lente, realizando un peculiar movimiento similar al de una gallina común.
Este descubrimiento es especial y, si bien es cierto que no sobresale en la lista de especies animales en peligro de extinción, no deja de ser importante por su primer avistamiento después de tanto tiempo y porque no hay muchos ejemplares en su hábitat.
La confirmación de su existencia permitirá llevar a cabo nuevos estudios que ayuden a esta clase de paloma a incrementar el número de miembros para asegurar su presencia en el futuro.
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