Todos hemos aprendido que Isaac Newton descubrió la gravedad, o que Charles Darwin es el padre de la evolución y que Albert Einstein descubrió la relatividad del tiempo. Sin embargo, cuando se trata de la composición del universo, solo explican que el átomo más abundante es el hidrógeno, pero ¿cómo sabemos eso? Permíteme presentarte a Cecilia Payne.
Cecilia Payne, la “madre de las estrellas”
Cecilia Helena Payne nació en Inglaterra el 10 de mayo de 1900. Desde un principio mostró un deseo implacable de aprender. Llegó a pedirle a un encuadernador que imprimiera una portada de la Biblia sobre la Apología, para que sus maestros creyeran que estaba estudiando religión en lugar de leer a Platón. Sin embargo, el encuadernador se negó y la acusó, lo que resultó en su expulsión de la escuela católica el año previo a asistir a la universidad.
Por suerte, fue aceptada en la exigente St. Paul’s School for Girls de Londres. Apenas cruzó la puerta, se dedicó a estudiar, cursando mecánica, ecuaciones de movimiento newtonianas, termodinámica y astronomía. Esto le valió ser admitida en Cambridge.
Cuando Cecilia Payne se matriculó en 1919 en Newnham, se vio obligada a estudiar botánica, ya que solo los hombres tenían permitido estudiar matemáticas. Pero eso cambió el 2 de diciembre, cuando Arthur Eddington, jefe del Observatorio de Cambridge, dio una conferencia sobre su reciente expedición solar, que había probado la teoría de la relatividad de Einstein.
Payne era una de las cuatro mujeres en la audiencia, corrió de regreso a su dormitorio y transcribió la conferencia palabra por palabra en su cuaderno. Esa experiencia la cambió por completo.
Cambió su especialización a física, aprendiendo todo lo que pudo sobre astronomía. Fue duro, iba en bicicleta al Laboratorio Cavendish, con un vestido largo y un sombrero obligatorio para ingresar a la ciudad. Además, debía sentarse siempre en primera fila por ser mujer.
El director del laboratorio, el premio Nobel Ernest Rutherford, la miraba directamente y comenzaba cada conferencia con un “Damas y caballeros”. Ella recordó que todos los hombres recibían este comentario ingenioso con un gran aplauso, mientras deseaba que la tierra la tragara.
Trabajando en Harvard
Desgraciadamente, no consiguió trabajo como astrónoma en Inglaterra, por lo que solicitó una beca en el Observatorio de la Universidad de Harvard. Su director, Harlow Shapley, le ofreció un modesto trabajo como becaria, recibiendo solo $500 de estipendio.
Cuando Cecilia Payne llegó a su lugar de trabajo, se encontró con cientos de placas de vidrio llenas de datos estelares que esperaban ser analizados. Con una lupa de joyero, Payne logró hacer lo que nadie había logrado en siglos: determinar de qué están hechas las estrellas.
En ese instante nacería la astrofísica, y también comenzarían los problemas. En 1925, Payne presentó lo que se conoce como “la tesis más brillante que alguna vez se ha escrito en astronomía”, obteniendo el primer doctorado de Harvard en su campo. Ella determinó que el hidrógeno era un millón de veces más frecuente en el universo de lo que creían los expertos. Henry Norris Russell, decano de los astrónomos de Estados Unidos y director del Observatorio de Princeton, declaró que sus resultados “casi con certeza no eran reales“. Cuatro años más tarde, Russell descubrió que eran correctos, pero usando otro método. Él se llevaría todo el crédito.
Vida personal y el merecido reconocimiento
Mientras tanto, la astronomía seguía siendo la pasión de Cecilia Payne, aunque encontraba tiempo para su vida personal. Ayudó a sacar de la Alemania nazi a Sergei Gaposchkin, su futuro esposo, y tuvieron 3 hijos.
Trabajó incansablemente en el observatorio a cambio de sueldos miserables, que provenían del presupuesto de Shapley para equipos. A pesar de que impartió varios cursos de astronomía, su nombre no aparecía en los catálogos de cursos. El presidente de Harvard, Abbott Lawrence Lowell, declaró que, por ser mujer, no debería tener un puesto en la Universidad mientras él estuviera a cargo.
Aun así, perseveró y el 21 de junio de 1956, The New York Times informó:
“La Universidad de Harvard anunció hoy el nombramiento de la Dra. Cecilia Payne-Gaposchkin como profesora de astronomía. Es la primera mujer en obtener una cátedra completa en Harvard a través de una promoción regular en la facultad”.
Cecilia Payne es una mujer increíble que luchó contra las adversidades de la época y aun así se sobrepuso a todas las dificultades. Todo el mundo debería conocer la historia de una de las mentes más brillantes de la historia.
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