Existen ciudades prehistóricas sorprendentes, ocultas bajo nuestros pies, las cuales han quedado tapeadas por miles de años, sin embargo, pocas se comparan con Petra, en Jordania. Solo se ha descubierto el 15% de esta ciudad perdida, que en su momento fue un próspero centro comercial. Pero, ¿por qué ha costado tanto explorarla? Porque fue tallada a partir de una montaña.
La ciudad perdida de Petra
Petra, es una ciudad prehistórica jordana que fue excavada sobre las paredes de arenisca de un acantilado de color rojo, blanco y rosa. Durante cientos de años, fue una ciudad perdida para occidente, ya que no se sabía de su existencia.
Está ubicada entre escarpados cañones y montañas desérticas en lo que es actualmente el extremo suroeste del Reino Hachemita de Jordania, la ciudad de Petra en su día fue un próspero centro de comercio, la capital del impero nabateo, entre el 400 a. C. y el 106 d. C.
La ciudad estuvo vacía y en un estado casi ruinoso durante siglos, pero a comienzos del siglo XIX, un viajero europeo se disfrazó de beduino y logró infiltrarse en el misterioso emplazamiento, descubriéndola. En 1985, el Parque Arqueológico de Petra, como se conoce actualmente, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y, en 2007, fue declarado como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Entre la realidad y la ficción
La ciudad de Petra se hizo mayormente conocida gracias a Indiana Jones y la última cruzada, ya que varias escenas fueron filmadas en ella. El cañón ficticio que aparece en la película, el cañón de la Luna Creciente, se diseñó en la entrada este de la ciudad, un cañón de ranura de arenisca que mide 76 metros de altura, conocido como el Siq, o el Tesoro, por su traducción, que lleva directamente a Al Khazneh, probablemente el más impresionante entre todos los monumentos de Petra.
En las escenas finales, los actores aparecen precipitadamente por el Siq y se internan en las profundidades del laberinto del Tesoro en busca del Santo Grial. Pero, como suele suceder, los hechos arqueológicos se moldean para encajar con la ficción de Hollywood.
El Tesoro, es en realidad una fachada con un vestíbulo relativamente pequeño que, en su momento, se usó como tumba real. De hecho, el arqueólogo de la Universidad de Haifa, Ronny Reich, asegura que nada de la película es preciso.
Esto no significa que la ciudad de Petra no oculte sus propios tesoros. Uno de los más famosos, es una urna gigante excavada sobre la entrada del Tesoro, que conserva las marcas de cientos de disparos. Las tribus beduinas que viven en las antiguas ruinas afirman que el daño fue provocado cuando locales abrieron fuego en busca del botín que, creían, se escondía en ella. Pero la urna estaba hecha de piedra sólida.
Asimismo, hay docenas de tumbas y otras estructuras y yacimientos excavados o construidos dentro de Petra.
La historia de la ciudad
Los nabateos, antes de su conquista por el Imperio romano, controlaban una gran extensión de Oriente Medio, desde Jordania hasta la península arábiga. Los restos de sus innovadores mecanismos de captura, almacenaje y transporte de agua, así como sus sistemas de irrigación aun pueden encontrarse en la zona.
Los expertos saben que los nabateos habitaron Petra desde 312 a. C., al menos, según el arqueólogo Zeidoun Al-Muheisen, de la Universidad Jordana de Yarmouk.
El experto, responsable de varias excavaciones en Petra desde principios de los 80, asegura que nadie encontró todavía ninguna prueba que se remonte al siglo IV a. C., los hallazgos más tempranos hasta ahora datan del siglo II y I a. C.
Pero hay más pruebas bajo la superficie, ya que solo se ha descubierto un 15% de la ciudad y la gran mayoría continúa oculto, bajo las montañas.
En diciembre de 1993, se encontraron muchos pergaminos en griego que datan del periodo bizantino en una iglesia excavada cerca del Templo de los Leones Alados de Petra. Los pergaminos están siendo analizados en el Centro Americano de Investigación Oriental en Amán, esperando que den información sobre la vida de Petra.
Cuando Roma tomó posesión de la ciudad en el 106 d. C., su importancia comercial desapareció. La decadencia de la ciudad se prolongó, algo que muchos atribuyen a terremotos y al crecimiento de rutas comerciales marítimas. Hacia el final del Imperio Bizantino, Petra estaba en su punto más bajo.
En la actualidad, la ciudad puede ser visitada por turistas para contemplar diversas mezclas arquitectónicas, muchas de las cuales fueron expoliadas por ladrones, motivo por el cual se han perdido sus tesoros. También se venden suvenires cerca del lugar donde se cree, Moisés abrió las aguas.
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