Siempre han dicho en todas partes que los juegos violentos hacen mal a los jóvenes, y que los convierte en personas violentas. No obstante, según un estudio se ha comprobado que es sólo un mito. De hecho, se reflejó un efecto positivo en muchos usuarios que siempre a juegan juegos de contenido violento.
Las personas que juegan esta clase de videojuegos disfrutan de una disminución importante en las hormonas del estrés. Y, al contrario de lo que cree todo el mundo, no se vieron aumento de tendencias violencias en los jugadores. La revista Physiology & Behavior fue la que publicó los resultados de este estudio.
¿Se rompe la polémica o se intensifica?
Siempre ha existido un grupo de adultos que insisten en que jugar videojuegos violentos influye de manera negativa en la personalidad de las personas, sobre todo de los jóvenes. Muchas investigaciones en años anteriores arrojaron resultados que indicaban efectos negativos, como subida del estrés y mayor respuesta de agresión.
Recomendación: 7 cursos para aprender a desarrollar videojuegos
Debido a esto, los maestros de escuela, educadores y padres de familia han hecho un debate largo que ha durado muchos años. No obstante, este debate siempre fue muy polémico, ya que había muchas inconsistencias y nunca se podía resolver el problema. Al final siempre los jóvenes terminaban con prohibiciones por precaución.
Varios investigadores han puesto su atención en este tema y se han dedicado a investigar el tema de una forma más completa y objetiva e integral. La meta que querían alcanzar era descubrir cuáles son las consecuencias psicológicas y físicas, de entretenerse con esta clase de videojuegos.
Entre los integrantes del equipo de investigadores hay varios psicólogos especializados en conductas violentas. Al investigar los videojuegos violentos como una causa, se dieron cuenta de que había opiniones variadas de investigadores. Unos decían que era muy malo y otros que era inofensivo. Eso los motivó a hacerlo ellos mismos.
¿Quiénes fueron los participantes?
En total, participaron 54 hombres. Todos fueron reclutados por medio de mensajes de email, publicidad y mensajes de redes sociales. A cada uno de los jugadores se les puso a jugar una escena aleatoria del juego “Uncharted 4: A Thief’s End” por casi media hora. A algunos les tocaron escenas violentas mientras que a otros no.
Durante ese tiempo en el que jugaron, a todos se les hicieron pruebas. Antes de jugar tomaron muestras de saliva y después del juego también. Con esto midieron los niveles de testosterona y cortisol de cada uno. Así se podía verificar si en realidad los juegos violentos suben el nivel de estrés.
También se les hizo el test llamado la “Tétrada oscura”. En este se evalúan los niveles de psicopatía, sadismo cotidiano, maquiavelismo y narcisismo. La última evaluación fue la de la Prueba de Asociación Implícita (IAT). Con este se determinaron los niveles de agresividad después del juego.
Los resultados fueron:
- Los niveles de testosterona no aumentaron.
- Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en vez de subir, bajaron significativamente.
- Las pruebas de conducta reflejaron que no hubo aumentos de conductas agresivas.
El veredicto final fue que jugar por un plazo corto y controlado los videojuegos violentos no trae efectos adversos.
Haz clic aquí y síguenos en Google News para recibir más noticias y novedades sobre lo que pasa en el mundo entero.
Otros contenidos que te podrían gustar
Noticia Confirmada
0 comentarios