
El quokka, conocido científicamente como Setonix brachyurus, ha sido objeto de gran atención en las redes sociales en los últimos años debido a su distintiva sonrisa, la cual ha cautivado a personas de todo el mundo. Curiosamente, esta peculiar criatura ha sido reconocida como la criatura más feliz del mundo.
La gracia del quokka

A pesar de su pequeño tamaño, con una longitud de tan solo 40 centímetros, esta fascinante criatura muestra una gran curiosidad hacia los humanos, a diferencia de otros animales como los pandas. El quokka habita en el oeste de Australia, y muchas personas viajan especialmente para tener la oportunidad de verlo.
Inicialmente, se pensó que estos animales eran ratas gigantes, pero después de investigaciones más profundas se descubrió que pertenecen a la familia de los marsupiales, relacionados con los canguros, aunque con un tamaño similar al de un gato.
El quokka fue descubierto por Williem De Vlamingh en 1696, durante uno de sus viajes por las aguas de Australia, cuando llegó a una isla llena de lo que él creía eran “ratas”, a la que bautizó como Rottnest, que significa “nido de ratas” en holandés. Su vida promedio es de alrededor de 10 años, y son principalmente herbívoros y nocturnos.
Las crías de quokka nacen solo 27 días después del apareamiento. Los recién nacidos son pequeños, rosados, sin pelo y ciegos, pero logran encontrar el camino hacia la bolsa de su madre, donde permanecen durante aproximadamente seis meses. Si no sobreviven, la madre puede dar a luz a otro pronto, ya que tiene otros embriones en desarrollo suspendido como respaldo en caso de que ocurra alguna tragedia con la cría anterior.
En peligro

El quokka fue declarado el animal más feliz del mundo por The Huffington Post en 2013 debido a su característica sonrisa que es la protagonista de muchas fotos de turistas. Sin embargo, es importante destacar que esta sonrisa es simplemente una característica evolutiva y no implica emociones reales en el animal.
A pesar de su encanto, el quokka se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción. Actualmente, se estima que existen entre 7.500 y 15.000 ejemplares, y su población sigue disminuyendo. Esto se debe principalmente a la introducción de especies depredadoras en su hábitat, como los zorros, y a la deforestación y la urbanización de grandes áreas para la construcción de edificios.
Debido a su estado de vulnerabilidad, en Australia existen regulaciones estrictas para interactuar con estos animales. Se imponen multas que oscilan entre 300 y 2.000 dólares australianos por levantar o perturbar de alguna manera a estas criaturas, con el fin de proteger su supervivencia.
El quokka, con su característica sonrisa, ha cautivado a muchos, pero enfrenta la amenaza de la extinción debido a la pérdida de hábitat y la introducción de depredadores. Proteger a esta adorable criatura es esencial para preservar la biodiversidad.
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