Ahora le toca a María Corina Machado mostrar su maestría como política y estratega. Foto; @MariaCorinaYA
El proceso de primarias que vivimos el pasado 22 de octubre nos remite a pensar varias perspectivas que se están dando en el ámbito político-social venezolano. En primer lugar, la actitud del gobierno frente a los resultados de las primarias nos hace recordar aquel momento donde el expresidente Hugo Chávez dijo a María Corina Machado: águila no caza mosca, pues parece que esa actitud de prepotencia, soberbia y superioridad se ha debilitado ante la falta de apoyo popular al gobierno. Las acciones tomadas por el gobierno en contra de las primarias no son signo de total fortaleza, porque un poderoso no se preocuparía por desvirtuar las acciones de alguien considerado como débil. Como en cualquier confrontación entre contrarios, el punto a atacar es aquel que pudiese ser una amenaza para el fuerte, por tanto, no parece en vano tantas declaraciones y acciones tomadas por los principales representantes del gobierno. Un gobierno fuerte no requiere pagar propagandas en youtube para desmentir las cifras de los participantes en las primarias, ni dedicar programas para desvirtuar lo que supuestamente no sucedió. No vimos tantas declaraciones cuando Bertucci o Manuel Rosales han manifestado sus aspiraciones presidenciales, pudiendo ser que no eran considerados enemigos o candidatos serios, mientras que ahora si parecieran tener más cuidado con el surgimiento de esta nueva candidatura.
Algunos pudiesen objetarme que esto es solamente un parapeto del gobierno, y que éste tiene todo bajo control. Es cierto que el gobierno tiene más herramientas y mecanismos para hacer ejercicio del poder en relación con la oposición, pero no es menos cierto que el panorama no le es totalmente dominable. Por un lado, aparece un nuevo liderazgo, el cual creció en el silencio, pues a principio de año nadie hubiese pensado que más de 1 millón de venezolanos participaría en las primarias. Motivo por el que quizás no hubo tanto empeño en aniquilarlas previamente. Por otra parte, los que ejercen el poder cada día son menos. Figuras que parecían intocables como lo era Tareck El Aissami, Rafael Ramírez o Elías Jaua fueron sacados de la escena política (aunque ninguno salió pobre). El nicho cada vez es más pequeño, quizás hasta sean menos de 10, lo que debe ser una situación de tensión dentro del mismo partido, porque nadie sabe cuál es el próximo a sacar, es como el juego de la silla.
Sin duda esto da lugar a enfrentamientos internos en los cuadros revolucionarios. A esto se le suma la situación en el continente, los hermanos izquierdosos ya parecen primos lejanos con los cuales nadie tiene ni siquiera una fotografía. La chequera de Bolívar dejó de andar por América Latina. Respecto a EEUU, que si bien cedió con las sanciones eso no significa que les dio total potestad, no tendría sentido tener el medio oriente frágil, China como buen cazador esperando la caída y además perder totalmente el patio trasero. Cómo añoramos ser nuevamente el patio trasero de los gringos y no de los cubanos, y más peligroso sería ser en un futuro de los iraníes.
Este es un momento para que la nueva abanderada de la oposición muestre su maestría como política y estratega. Teniendo presente que no sólo tiene como contrincante el candidato del gobierno, además tiene como amenaza constante la falsa oposición. Esto nos hace pensar que entre las primeras acciones que tiene la candidata es apretar la tuerca a esta oposición autoproclamada que se reunió en Barbados, exigirles que declaren una posición clara y contundente respecto a las primarias y al venidero proceso de elecciones presidenciales. Y ¿por qué no reclamar que algún miembro del partido Vente se siente en estas reuniones? No se puede dejar que defiendan nuestros intereses personajes que no estuvieron en la contienda de las primarias, cuando el partido más votado está fuera de la discusión.
Además, ya son conocidos los controles y limitaciones que constantemente se presentan en los procesos electorales, con la agravante de la inhabilitación de Machado. Punto que requiere del compromiso político y ciudadano por parte de los electores que la eligieron para
representarlos. Por otra parte, la relación política con países como EEUU no puede ser
mediada simplemente por la conveniencia del gobierno. La oposición “oficialista” desde este
momento no puede ignorar los resultados de las primarias. Y María Corina Machado debe
mostrar que tiene la capacidad de hacer ejercicio del poder que le fue dado de manera
inteligente y contundente. Frente a un oficialismo que se ha mostrado duro y férreo, se debe
hacer más que esperar el tiempo de Dios que es perfecto, como ha sucedido antes. En este
momento más allá del actuar y el compromiso del venezolano, toca la estrategia política, el
buen cálculo y recoger los fracasos anteriores para formular una propuesta con visos de
triunfo. Son tiempos más de inteligencia que de voluntad, más de racionalidad que de deseos, más de soluciones que de diagnósticos.
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