“A los 7 años, Andrea fue enviado a un internado para personas con discapacidad visual porque ninguna escuela local lo aceptaba. Solamente venía a casa en vacaciones y durante el año lectivo, íbamos a visitarlo una vez al mes”, detalló Alberto.
«En el internado, solíamos jugar fútbol y un día me tocó ir a la portería. No sé por qué porque yo no había atajado nunca y, claramente, esa fue la primera y única vez que me tocó ser portero en toda mi vida. La pelota me golpeó en la cara y, a raíz del golpe, tuve una hemorragia… El resto es historia”, contó Andrea. “Fue entonces cuando cayó la oscuridad”, añadió su hermano.
Zuleydy Marquez con información de Notifalcón
Noticia Confirmada
0 comentarios