El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dejado claro este miércoles a los comunes que cuenta con ellos para aprobar los presupuestos del Ayuntamiento pero, en este momento, no para acordar su entrada en el gobierno municipal. “Primero hemos de hablar de políticas, de presupuestos; y luego de sillas”, ha afirmado durante una entrevista en TV3. De hecho, lleva días insistiendo que son dos pantallas distintas. Pero esta mañana respondía a su ex socia y ex alcaldesa, Ada Colau, que el martes la reprochó en un vídeo colgado en las redes sociales que Collboni no quiere un gobierno con Barcelona en comú. “¿Quién dice que no? Sí que lo queremos, pero primero debe haber acuerdo en las políticas y después eventualmente gobierno”, ha repetido y se ha mostrado convencido de que “el acuerdo será posible en el pleno del 22 de marzo”.
El matiz es importante porque las dos partes están enrocadas. El alcalde dice que los acuerdos van por partes, y recuerda que tiene un pacto para los presupuestos con ERC. Y los comunes le exigen las dos carpetas a la vez: acuerdo para las cuentas del Ayuntamiento y entrar en el Gobierno. Sino, amenazan, tumbarán los presupuestos. En este caso, aunque Collboni está lejos de la mayoría en el pleno (tendría sus 10 votos y los cinco de ERC, lejos de los 21 que necesita), podría recurrir a la cuestión de confianza. Un mecanismo que consiste en que el alcalde presenta las cuentas y si en un mes no se forma una mayoría de Gobierno municipal, quedan aprobadas automáticamente.
Tras su advertencia a Colau, Collboni ha querido ser conciliador y ha recordado que tienen coincidencias en materia de vivienda, inversiones para los barrios de menos renta, o el tranvía (aunque él no pone fecha al inicio de obras). “Estas coincidencias me hacen pensar que habrá acuerdo, como con ERC”. El alcalde ha recordado, además, que “el PSC acaba de apoyar el presupuesto de ERC en la Generalitat sin pedir estar en el Gobierno”. O que él mismo impulsó el apoyo del PSC al presupuesto del ex alcalde Xavier Trias sin estar en el Gobierno y apoyó los de Colau en 2016, cuando todavía no eran socios de gobierno. “No pedí tener silla, hemos de hablar de políticas, de presupuesto; y después de sillas”.
En materia de turismo, el alcalde de Barcelona ha anunciado que, de acuerdo con la regulación de los pisos turísticos que prepara el Govern, su intención es que “la cifra en Ciutat Vella sea cero”. El gobierno catalán aprobó un decreto con el apoyo del PSC, que le exigió tramitarlo como ley ordinaria, que prevé que los Ayuntamientos puedan decidir, a cinco años vista y con un plan urbanístico, cuántos pisos turísticos admiten y dónde de su territorio. “Rebajaremos el total, ya dijimos que sustancialmente, y en las zonas más tensionadas, sobre todo en Ciutat Vella, a cero, lo permite la nueva regulación, la exprimiremos a fondo”. Collboni ha defendido que la oferta de camas en Barcelona no debe crecer. “Es muy importante para la economía, pero tiene un límite y lo hemos tocado, con los cambios que hagamos en ningún caso podemos superar las actuales”. Actualmente el plan urbanístico de hoteles solo prevé abrir nuevos establecimientos en condiciones muy restrictivas y en la periferia de la ciudad.
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