La defensa del exmandatario se apoya en una reciente decisión de la Corte Suprema que reconoce una amplia inmunidad presidencial.
El Máximo Tribunal estadounidense reconoció el 1ro de julio, en una decisión sin precedentes, cierta inmunidad penal para el presidente, una gran victoria para Trump a pocos meses de las elecciones que lo enfrentarán al presidente demócrata Joe Biden.
«Los fallos del jurado deben anularse y la acusación desestimarse», dijeron los abogados de Trump en un documento presentado el jueves ante el juez a cargo del proceso en Nueva York, Juan Merchán, reseña diariolasamericas.com
Trump, bajo un acoso político sin precedentes en la historia de EEUU, enfrenta cuatro causas penales. Fue hallado «culpable» el 30 de mayo por 34 delitos de falsificación de documentos contables, otro hecho insólito en la historia judicial del país con cargos que jamás se le han aplicado a ninguna persona.
El insólito acoso político
Representantes y senadores republicanos han denunciado con vehemencia lo que consideran una cacería política contra el exmandatario para evitar que llegue a la Casa Blanca.
El presidente de la Cámara de Represetantes Mike Johnson participó incluso en el juicio como observador y lo calificó de una farsa y un enorme descrédito del actual Departamento de Justicia de EEUU.
La sentencia en este caso debió haberse pronunciado el jueves, pero esta fase del juicio fue aplazada para el 18 de septiembre, tras la decisión del Tribunal Supremo.
El juez Merchán dejó en entredicho que la setencia podría anularse y dijo que se pronunciaría sobre el recurso de nulidad el próximo 6 de septiembre pero que, de ser rechazado, la sentencia se pronunciaría el 18 de septiembre.
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, dijo anteriormente al tribunal que no se oponía a retrasar la sentencia, pero que «los argumentos del acusado» con respecto a su solicitud de anular la condena eran «infundados».
Hasta el momento, los tres procesos pendientes de marcado coeficiente político fueron aplazados y no se espera que ninguno proceda antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Es decir, la estrategia política contra Trump por parte de la izquierda y de la extrema izquierda les ha salido muy mal. Y son ellos ahora quienes están contra la pared con los graves problemas de incapacidad mental y física de Joe Biden, que probablemente no sea el candidato demócrata para los comicios del 5 de noviembre.
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