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La diferencia entre el dólar oficial y paralelo en Venezuela se debe a la oferta y demanda de divisas en un contexto de alta inflación que ha debilitado el bolívar. El dólar oficial es controlado por el Estado, que tiene más capacidad de ofrecer dólares que las empresas, cuya actividad depende más de la moneda local
La economista Liuba Malpica ha ofrecido una profunda explicación sobre la creciente brecha entre el dólar oficial y el dólar paralelo en Venezuela. Según la experta, esta situación es el resultado de una compleja interacción de factores económicos y sociales.
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Malpica señala que el dólar paralelo surge como una respuesta directa a las dificultades que enfrentan los venezolanos para acceder a divisas a través de los canales oficiales. Indicó que la pérdida del poder adquisitivo del bolívar, impulsada por la inflación, ha llevado a los ciudadanos a buscar refugio en una moneda más estable como el dólar estadounidense.
«En la medida en que las incertidumbres aumentan, la demanda de dólares se intensifica, y esto se refleja en el crecimiento del mercado paralelo», afirma Malpica.
La economista explica que la diferencia entre ambos tipos de cambio radica principalmente en la oferta: mientras el Estado es el principal proveedor de dólares oficiales, la oferta en el mercado paralelo proviene de particulares y empresas que buscan bolívares.
La experta destaca que la brecha entre ambos tipos de cambio se amplía debido a que el Estado fija un precio oficial para el dólar, mientras que el precio paralelo se determina por la ley de la oferta y la demanda.
«La insuficiencia de la oferta oficial genera una demanda reprimida que se satisface en el mercado paralelo, a precios más elevados», indica Malpica.
Además, la economista advierte que la reciente escalada de la incertidumbre ha llevado a muchos venezolanos a resguardar sus dólares, lo que ha contribuido a reducir aún más la oferta en el mercado paralelo y a aumentar los precios.
La incertidumbre económica en Venezuela
La economista señaló que los resultados de las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela ha generado un clima de incertidumbre que está frenando la inversión y el crecimiento económico del país.
«La economía es muy sensible a las decisiones políticas«, afirmó Malpica, destacando la histórica relación entre ambas disciplinas. Según la experta, la incertidumbre política genera desconfianza en los inversores, quienes evitan tomar decisiones que involucren grandes sumas de dinero y largos plazos debido al riesgo de cambios bruscos en las políticas económicas.
Malpica explicó que a principios de año se observó una leve recuperación económica, pero la cercanía de las elecciones generó un ambiente de espera que frenó las inversiones.
«Una vez consumado el proceso electoral y ante la compleja situación política actual, los inversores se muestran aún más cautelosos», señaló.
Expectativas para el último trimestre
La economista prevé que, al menos durante el último trimestre del año y posiblemente hasta principios del próximo, la inversión se mantendrá baja, excepto en sectores como alimentos y telecomunicaciones, que son considerados esenciales para la población.
«Los inversores están a la espera de señales claras sobre el rumbo económico del país y las políticas que se implementarán en el nuevo período presidencial«, concluyó Malpica.
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